¿Dónde buscar aquella que apenas estaba? Más cuando se trata de una figura que constituye y configura como la madre.
Rivera Garza la busca en la ciencia, en la inteligencia, en la rebeldía juvenil, en el recuerdo y en el rencuentro, en la ternura, en la reunión y la conciliación.
Ese primer amor que es como el último y también como el único, lazos de sangre que atan y sujetan a una tierra que recibe y reclama.
Contenedor de vida, un cuerpo deja de serlo cuando esta se extingue, pero el amor es como la energía.
No se crea ni se destruye, sólo se transforma.
La poesía de Cristina Rivera Garza es una carretera bífida: un camino que se bifurca entre la materialidad más tangible y rotunda y la posibilidad de lo contingente, de lo que podría o no suceder. Sus poemas son un lugar donde es viable que lo que es sea; pero, sobre todo, y como anhelaba Alejandra Pizarnik: que sea lo que no es
SARA URIBE
La más mía by Cristina Rivera Garza
My rating: 4 of 5 stars
La muerte borra la idea de la existencia porque desaparece la corporalidad, quedan entonces las palabras para evocar y tratar de aferrar. El poemario es hermoso y culto, pues el cerebro quiere imponer belleza para preservar, contrarrestar.
Me gustó y no llevaré contra a ninguna, pero creo firmemente que el final de una historia no es la historia cuando se trata de una biografía.
México.
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
Briseida Alcalá 