Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.
JUAN RULFO
Con el corazón por toda guía, Alma Delia Murillo emprende una búsqueda factual y literaria por la herida primigenia de su vida y la de este país.
Valiente y decidida, madura y conocedora de su propio ser acepta que tiene miedo y sin miedo no se puede avanzar, es decir vivir.
Lo busca como una Pedro Páramo femenina.
Michoacán es su particular Cómala.
Se cuenta con un nombre pero no con un rostro,
la identidad está toda en las letras cuando se escribe.
Biografía es también crónica familiar.
«Hay ausencias que son todo un triunfo».
¿Más inspiración?
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
