Vibrante y poderosa una exhibición de poder es una declaración de sumisión.
Un rasgueo hermoso y agudos arranca la canción con un tracas por heraldo.
Plena de fuerza la melodía levanta la cara ante el poder y la baja ante el amor.
El pelo largo y con un relojón
De diamantes finos, si no quieres, no
De fornido el
¡Tracas, hijo ‘e su puta madre!
De fondo el trombón y el repiqueteo se vuelve un hermoso requinto.
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La paciencia no es lo mío
Yo le rezo al diablo y también a la muerte
Nomás unos cuantos saben a mí me gusta la cerveza caliente
Con la sangre fría, los nervios al tiro
Y fumándome un matagente
La lírica, real y cotidiana, accesible y no popular:
alterna entre el amor y la fuerza.
La actitud desafía el peligro y no ataca sino que defiende.
Y pa’ mencionar, siempre ando al millón
No la jueguen mucho que le saco el dragón
Mientras que la bebida es el néctar de quien se desea.
Si no es de uva, que sea de coco
Pero que sea lavada, si no quieres, no
La maravilla está en la admiración, la valentía, la franqueza y también el consenso en una búsqueda constante de aventura y experiencias intensas.
El pelo largo y en un Cheyennón
Trae los vidrios duros y adentro un tostón
El final de una belleza increíble, con un punteo hermoso que dice una sola cosa: repeat.
¿Más inspiración?
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.

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