Bécquer escribe poemas en formas de cartas
Celda de monje y no de preso, espartano pero no rígido el régimen necesario para recordar, recorrer y reconocer.
Encuentros como avistamientos de paisajes y personajes que son luego recorridos interiores que toman forma de prosa y misiva pero son como siempre en su alma verso.
Los ensueños de la mañana, historias sin principio ni fin, cuyos eslabones de oro se quiebran con un rayo de enojosa claridad y vuelven á soldarse apenas se corren las cortinas del lecho.
La celda espacio que confina pero no limita la interioridad desbordante, pues recordar es vivir.
«tu hermosura y mi dicha a contemplar«.
RIMA LIII
Ideas nacen y noticias encuentran.
Dejar atrás la inquietud de la vida antigua para reconocer
el ente social de la ciudad como un mecanismo que aísla.
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Papelillo el del Contemporáneo, periódico que de Madrid trae las nuevas que simbolizan las no siempre buenas de compañeros y amigos.
Operación mágica la de la lectura, transporta y en el lugar encuentra.
Fe y calma: serenidad, espíritu necesario para que el mañana se vuelva de la manera más hermosa en realidad.
Activa y luego en reposo, la imaginación crea el pensamiento y después la proporcionada concordia.
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La intensidad encuentra su lugar en la calma.
“El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”
—GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Si les interesa está disponible pueden leerlo en la aplicación de lectura de
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
Briseida Alcalá 