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La mano de Robert Eggers sobre la oscuridad I Nosferatu, el mito del vampiro: ¿peste, pecado, pasión o pacto?

La nueva versión de Robert Eggers de «Nosferatu» de Murnau revitaliza el clásico de terror integrando elementos de la novela de Bram Stoker. Con un impresionante telón de fondo visual, sigue a una joven pareja que lucha contra una presencia siniestra. Los temas de la pasión, la maldad y el temor existencial convergen, enfatizando la fragilidad de la condición humana. La exploración de la oscuridad que hace la película resuena profundamente.

“Blood is life!”

NOSFERATU: EINE SYMPHONIE DES GRAUENS
Robert Eggers emociona a cualquiera con su remake del clásico del horror de Friedrich Wilhelm Murnau, obra maestra del cine mudo y del expresionismo aleman. 

Su guión incorpora más elementos de la novela de Bram Stoker, cuyos derechos Murnau nunca adquirió y los integra a una estética propia y al tratamiento que forman parte ya de su exploración fílmica de lo maligno, que aquí es además macabra y siniestra.

Las relaciones hombre y mujer están al centro del conflicto con un joven matrimonio en el que la mujer es vehemente y apasionada.

“She is the way”

Profesor Albin Eberhart Von Franz.

El drama es conocido y reconocido: una ciudad alemana es el hogar de una feliz pareja de recién casados, separados por motivos de trabajo. Una presencia perversa se anuncia, misteriosa e innegable.

La fotografía de Jarin Blaschke suspende el color de manera preciosa con los grises del Londres del libro, tintes de Caspar David Friedrich y filtros para referenciar a la película original, ocres y amarillos.

El fuego arde en medio del desorden, el miedo y el silencio. Entraña y utero. Protección y peligro. Ofrecimiento

Un viaje de negocios conduce a los Carpatos, esa región que las montañas convierte en sempiterno frontal y umbral.

Estampa preciosa en la que empieza a nevar.

Los ojos azules de Nicholas Hoult todo lo contemplan, con un rango medio pero preciso, para ser el lienzo de lo cohibido, la medianía y la impotencia.

Un carruaje aparece (a la manera de Körkarlen, ese otro clásico del horror de Victor Sjöström) pero nadie lo conduce, sin embargo la puerta se abre: adelante.

Bill Skarsgård es el monstruo irascible, pesado e insistente, desfigurado y atormentado, también digno.

La pasión es la tentación ante la que sucumbe un alma solitaria. 

Lily-Rose Depp oscila como péndulo hasta convertirse en balanza. Themis del juicio propio que sólo puede volverse colectivo: FINAL.

“Does evil come from within us or from beyond?”

El Albin Eberhart Von Franz de Willem Dafoe ofrece el personaje más interesante del filme. Medieval para ser moderno.

If we are to tame darkness, we must first face that it exists.

Negar la maldad es arriesgar olvidarla.

Siempre hay desnudez en el terror. Los cuerpos sufren y se exhiben, se otorgan pero no se entregan.

¿Pecado como impureza?

Culpa

El destino. ¿Invocación o llamado?

Designio.

Los cristianos le anteponen la providencia: la ayuda divina. 

Las ratas el viejo enemigo de Alemania, los roedores que infestan e infectan, bajando desde los barcos, proliferos, voraces e insaciables,

La sombra es la mano que se alarga desde el sueño, el elemento tenebroso de eso que tememos, interior o exterior.

¿Pacto o acuerdo?

¡Eternidad! ¡Oh, tremenda y espantosa palabra! ¿Qué mente humana podrá comprenderla?

JAMES JOYCE

ME GUSTÓ.

Briseida Alcalá

Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.

Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.

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