«El violín enmudeció al instante».
Franz Kafka
El bajo vibra
Igualito a mi ‘apá
Llene la hielera que hoy se me hace justo
MASCULINAD
tóxica o embriagada
Deseo que no se consuma y por eso se enturbia
Vivo lo que quiero, tomo’s van a hablar
Búsqueda que se vuelve acoso
Crueldad que se transforma en aislamiento,
esa forma recalcitrante de la soledad.
Soy hombre muy calmado
No se me quiera avivar
Jolgorio agudo
bailan las faldas
ondeando el regional
colores chillantes o encendidos
Una trompeta anuncia el toque
CORTE
y queda
identidad familiar
Las barbies se alucinan
Cuando me miran gastar
Pura Doble P, viejo
Pura Fuerza Regida
¡Ch-Chao!
Fuerza Regida, Peso Pluma
Igualito a mi ‘apá, lo vuelvo a mencionar

«I am the end of the beginning».
Mi apellido es Alcalá.
Soy el castillo que guarda una sola cosa: mi pureza.
El machismo es siempre cotidiano.
Aprendemos la masculinidad cuando queremos ser mujeres independientes.
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¿La imitamos o la negamos?
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Resistirlo ha dejado de matárnos para empezar a aniquilarnos.
El arquetipo del macho es árabe.
Una celebración de la identidad y legado familiar, enfatizando la conexión con el padre y el estilo de vida despreocupado, la lealtad a amigos y la habilidad para enfrentar cualquier desafío. Se destaca la influencia de ciertos artistas en este estilo de vida.
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
