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Baby, you the best, Amélie Nothomb | Metafísica de los tubos: la divina palabra

En esta lectura sensorial de Metafísica de los tubos de Amélie Nothomb, exploro la tensión entre la nada divina y el despertar al deseo a través del lenguaje y el cuerpo. Con la voz íntima y silenciosa de Alejandra Pizarnik como contrapunto, este texto navega el jardín secreto donde se entrelazan la vulnerabilidad, el fuego femenino y el poder de la palabra como forma de conciencia. Una invitación a sentir el deseo y el silencio como territorios sagrados y transformadores.

Una escritora es una pensadora, también una mística, y a veces una ostra.

El nombre "Amelie" es la variante francesa del nombre "Amelia". Proviene del nombre germánico "Amalberga", que significa "trabajo" o "actividad". En la cultura popular, la película "Amélie" (originalmente "Le Fabuleux Destin d'Amélie Poulain") ha contribuido a su popularidad.

El delirio que me subyuga siempre en la mujer con signo de agua.

El pixie-cut con el que imagina la picardía Jean-Pierre Jeunet y el piano melancólico con la que la musicaliza Yann Tiersen.

Amélie Nothomb es cáncer con ascendente en delirio lúcido, una niña que escribe como quien abre una herida con una envoltura de dulce.

“No sabía que lo que sentía era amor. No tenía palabras para eso. Era calor, luz, miedo, placer y el presentimiento de una pérdida futura.”

Me guardan siempre [los ojos] del Mar.

Humor, ese mecanismo, esa forma del arrojo y el atrevimiento:

reír como la manera espiritual de masticar.

Ocurrencia en los encuentros y en los accidentes como descubrimientos. Dejarse caer. Siempre probar.

Bélgica, esa patria multicultural.

Cónsul, ese cargo romano.

Esa infantil adoración por el y0, esa construcción desde la propia grandeza.

«Una ostra, para construir su valva, debe hacer pasar por su cuerpo cincuenta mil veces su peso en agua de mar. …¡Adónde he ido yo a buscar lecciones de paciencia!».

Emil Cioran, Ese Maldito Yo 

Antes de eso la nada o la imposibilidad de la memoria. ¿Cómo nombrar?

Flotando siempre desde la narración, extracorpórea.

Amélie Nothomb es toda Benjamín, es José antes de ser vendida por sus hermanos.

“La vida comienza donde empieza la mirada”.

Palabra tras palabra se nombra y se reconoce, se aprende y se reconcilia, se extraña y se extravía.

Adorar el comienzo para anhelar el final.

«En el principio creó Dios los cielos y la tierra».

Génesis 1:1-

El techo ese límite físico, esa protección de los elementos, esa capa contra la angustia, ese resguardo finito y esa, la más hermosa acepción de hogar.

Peristalsis el pensamiento del tracto digestivo: contraer para transportar.

«El tiempo es una invención del movimiento».

 
Giuditta che decapita Oloferne – Caravaggio • 1599

El agujero en la cabeza el receptáculo del aire, el alimento, el aroma, el sonido y la palabra.

Nadando contra la corriente el koi abandona su destino de pez y se transforma en dragón.


Pienso en otras referencias [anatómicas].

Epicanto, esa palabra.

Ese plieguecito aviar que aprendí a reverenciar.

Esos celos que me enseñan.

“¿Y yo?”.

Mi palabra favorita en su boca.

Y su empeño contagioso en estar siempre conmigo.

Adiós, le digo, encima de la nuca.

Kiss me hard before you go

El amor, y la mujer, siempre milagrosa en su propia trinchera de afán repite “¿y yo?”.

El lenguaje es la forma exquisita de la conciencia, la voluntad de la que habló el profeta; y antes de eso solamente animales y contrario a lo que Amélie afirma antidiluvianos.

Y he aquí, yo traeré un diluvio sobre la tierra, para destruir toda carne en que hay aliento de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra perecerá.

Génesis 6:17

Filósofa de la aprehensión del placer, el único lenguaje que conoce el cuerpo.

Excéntrica porque brillante, habitante siempre del jardín [de niños].

“El silencio es el lugar donde se forma lo que aún no tiene forma.”

Alejandra Pizarnik, El infierno musical

Lluvia como fenómeno metereológico.

TODA CÁNCER.


Un jardín de palabras donde el silencio aún no es exilio,
sino clima.

Amélie conoce la partida como alejamiento de la nada divina y el arrojarse al deseo como caída.


Alejandra habita el jardín que riegan las palabras.

Mi Y0 no cree en el Edén como origen perdido, sino como en destino elegido, siempre femenino.


Un lugar donde las niñas como las Diosas se convierten en mujeres que aman aprender a desear sin destruir.

Briseida Alcalá

Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.

Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.

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