Las puertas se abrían con largos quejidos y todos los pies que entraron se transformaron en rodillas.
Silvina Ocampo escribe todo ese mundo siniestro que tenía dentro: su inteligencia.
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Observadora del mundo y traductora de su realidad.
1937
La Década Infame
Cielo de Claraboyas, esa mirada alzada al cielo, esa confirmación de una entrada de aire que ahora sólo deja pasar la luz.
Toda la tradición gótica de esos hogares rancios donde habita el pasado que no pudo ser. La promesa que el viejo mundo no pudo cumplir.
Argentina, el brillo de la plata en la palabra.
Provenir de los barcos como bromeaba impertinente Cortázar, esa voz hermosa de barítono que supo a tiempo emigrar, con su doble acepción viajera de diplomático y belga.
El Mar por todo Origen y por Todo Destino.
«baúles con ruido de tormenta».

Juego de palabras el tejer de un dolor que no se olvida.
Piececitos que corren en pasillos oscuros.
Perseguir y alcanzar.
Se arroja una roca contra un vitral y el tragaluz se hace añicos. La verdad no se deforma, se conforma.
El remanso en ese cuerpo de agua, ese lugar común del poema, y esa estancia «al Oeste de Buenos Aires, donde la hijitud se vive como «flores de invernáculo».
Humor o Ingenio.
Derretida la historia se funde, ¿en un cuento?
En un relato.

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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
