I can give you my loneliness
Ese fervor de Buenos Aires
Ese hombre ciego que todo lo ve
Contempla la biblioteca que guarda
con fuerza de Minotauro
en él nada se pierde, pues el saber es destino y no laberinto
Borges, le digo, mi maestro.
Mi amadísimo, maestro.
A veces pienso que la verdadera lectura es la re-lectura
soy el aborrecible centinela de esas colocaciones inmóviles.
Nyx, esa presencia que ni siquiera es titán, esa forma griega, femenina, de la que advierte, previene, avisa o recuerda el sueño.
Rauda se apura y aún no siempre llega, su regalo es infinito: descansa.
El maestro la anticipa en el primero de sus poemas: INSOMNIO, ese infierno sostenido sobre la Tierra, esa imposibilidad de la latencia primigenia, ese aislarnos del vientre materno.
Barrotes imagina en una cárcel que recluye toda posibilidad de felicidad.
LA NOCHE CÍCLICA
Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras:
MATEMÁTICAS, ese lenguaje primordial del universo, esa lengua que descifra Galileo como la que comparte la naturaleza con Dios, quizá la que lo traduce o mejor expresa.
Música, ese recuerdo de la inspiración de los griegos que nombramos ahora mujer.
Vuelve la noche cóncava que descifró Anaxágoras;
La hipérbola de mi pensamiento que no te encierra y tampoco te descifra.
POEMA CONJETURAL
Setiembre, ese mes que remite al Quijote.
Ese español antiguo, vetusto diría yo para honrar la palabra que lo nombra.
Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
el último instante y el primer recuerdo
Escucharse en medio del caos
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
NACER
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
POEMA DEL CUARTO ELEMENTO
Es la nube, la irrecordable nube, es la gloria
ángel, ese mensajero
Azrael, el que porta la espada que decapita
Parca y guadaña divinas
MUERTE
del ocaso que ahonda, rojo, los arrabales;
un instante preciso es siempre precioso,
cuando la cultura nórdica se impone
ese anhelo glaciar
ese recuerdo del viento helado que nombramos bellamente Norte
Nostalgia, ¿de qué?
es el Maelström que tejen los vórtices glaciales,
y la lágrima inútil que doy a tu memoria.
¿Dónde está la memoria de los días
que fueron tuyos en la tierra, y tejieron
dicha y dolor y fueron para ti el universo?
MENOR, esa palabra con origen matemático.
Mateo, XXV, 30
vocación, la de servir, escanciar el vino como explicó el filosofo
más dionisiaco que bacanal, el maestro conoce toda palabra
también la de la biblia, ese compendio de fantasías.
Desde el invisible horizonte
y desde el centro de mi ser, una voz infinita
dijo estas cosas (estas cosas, no estas palabras,
que son mi pobre traducción temporal de una sola palabra):
La historia de su país es de sus antepasados, ese Coronel con el que comparte y del que hereda el apellido.
días más populosos que Balzac, el olor de la madreselva,
amor y víspera de amor y recuerdos intolerables,
el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar
y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo,
Borges,
siempre otro
siempre él
siempre.
Todos tenemos un Borges favorito, ¿cuál es el tuyo?
A un caballero sólo le interesan las causas perdidas cuando ese caballero también es una dama.
Su B.
