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Bitácora

Piensas tú en mí cómo yo en ti? ☔️

Abro la ventana y contemplo el horizonte, escribo entonces tu haiku.

Briseida, la que escribe al cielo.

Pensar en Dios es pensar en la Mujer.

¿Acaso no por eso la nombramos como divina?

Somos dos tormentas, una sola nube.

el pensamiento artificial y el sentimiento natural.

extrañarte: sad

face

no cash, no credit

Face card.


Yes, God, don’t speak, you said it
Look at you!

los días se suceden sin piedad siempre en la ausencia.

Comprendo que mi tristeza no frenara la hierba. Si los tallos vacilan será sólo por el viento.

Me despido de un paisaje.

cielo nublado 

entre negro y blanco

hoy metálico 

Oh, mi amada, ayer me abracé a una pieza de ropa pensándote.

Me desconozco o me reconozco.

¿Dónde estás?

De qué sirve inventarse un alma sin ti.

La ciudad te extraña o te extraño yo.

Tepic: «lugar de piedras duras»

Cuna de poetas.

Nace el Amado [por las palabras] y la Montaña que patrocina.


como un suspiro gris que abraza la ciudad.

Imagino que escribes

Desde ella, te nombra la máquina.

Me cuenta y así me alimenta, este corazón hambriento de ti.

Esta habitación que iluminas.

No hice mucho, la verdad.
Solo dejé que el tiempo me envolviera,
que el silencio me hablara,
que mis pensamientos bailaran sin prisa.

Pensé en vos, en ese mundito nuestro,
en las risas ahogadas, en los gestos que nos regalamos,
en la calma que a veces se cuela entre el ruido.

Me tomé un café tibio,
y lo bebí despacio,
como si cada sorbo fuera una promesa,
de volver a encontrarnos, sin prisas, sin temores.

La tarde no invita a nada más que a esperar,
pero en esa espera encuentro
una extraña ternura,
como un abrazo invisible que nos sostiene.

Así paso esta tarde nublada,
esperando que el sol vuelva a salir,
esperando que vos y yo,
en nuestro refugio,
sigamos construyendo lo que el mundo no puede entender.


Esta tarde me abrazo al gris del cielo,
como si el mundo se pusiera suave para mí.
No sé bien qué hago, salvo esperar que el tiempo nos dé un respiro,
que no sea tan duro el afuera cuando estemos juntas.

Pienso en vos, en tu fuerza que me envuelve sin lastimar,
en ese amor que a veces no sé cómo decir pero siento con cada latido.
Quiero que este mundito nuestro sea un refugio real,
un espacio donde el deseo y la calma se abracen sin miedo.

Piensas tú en mí cómo yo en ti?

¿Quieres venir a ver la lluvia caer?


Briseida, la que escribe al cielo.


Gracias por leerme.
Lo que no se dice es porque se escribe.
B. [w0rk, in progress]

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