Sin título, la obra que no puede ser designada, sólo definida.
Amanecer, esa gloria del Color.
Ese transitar de la luz.
Contraste o declaración de Amor.
Todo cielo es absoluto.
Маркус Янкелевич Роткович nace bajo el signo de Libra, un 25 de septiembre de 1903.
“Silence is so accurate.”
Marcus Rothkowitz en ese entonces, con Letonia como república y la URSS como primera patria. Nacer en Daugavpils y morir en Nueva York es confirmar el destino del mundo viejo, convertirse en el nuevo. Es migrar como escape y como salvación. Es la sabia decisión de una familia para evitar el desastre que se conocerá sólo por fotografías.
Zar, esa palabra que traduce como César, pero que significa Padre.
Voluntad absoluta del último Gran Imperio de la tierra.
17 de agosto, 1913; a un mes de cumplir 10 años Rothko se convierte en Mark a bordo del SS Czar, con un viaje de 12 días que concluiría con la muerte del padre y con el trabajo prematuro de un niño que comenzaría vendiendo periódicos y concluiría con una revolución del arte sin parangón.
Color, bloques que se acercan y se tocan, se disuelven y se distinguen, pero también se confunden, la forma geométrica que enmarca toda vida.
El accidente de Siqueiros es la entrega la posibilidad de la luz: iluminar
Cortejo del color, en cada cuadro una exploración de la luz, pero también una apropiación; el color no se combina, se acerca y así se descubre, sin tocarse.
Bloques de colores que no dicen nada, porque abarcan el silencio. La larga herida de un hombre que busca un estilo en un siglo que aniquila.
La oscuridad también revela, y en cada matiz el ojo experto porque avisado e interesante. Un pájaro que grazna cada mañana para anunciar el futuro.
No soy abstraccionista. No me interesa la relación entre el color, la forma ni nada más. Solo me interesa expresar emociones humanas básicas: tragedia, éxtasis, fatalidad, etc.
Simple es esa manera de decir franco. Pintar es abarcar.
La depresión es el nombre de un trastorno temporal con una solución definitiva: amar.
Rothko vive en forma de oleo.
Su capilla es una plegaria al negro como ese nombre del azul: absoluto.
El cielo es el único espacio que contiene al pintor definitivo del siglo XXI.
«Cuando era joven, el arte era algo solitario. Sin galerías, sin coleccionistas, sin críticos, sin dinero. Sin embargo, fue una época dorada, pues todos teníamos nada que perder y una visión que ganar. Hoy no es lo mismo. Es una época de mucha verborrea, actividad, consumo y… que muchos de quienes se ven impulsados a esta vida buscan desesperadamente esos rincones de silencio donde podamos arraigar y crecer. Todos debemos esperar encontrarlos».
El centro es la apertura, es la expansión del cuadro.
Mirar como destino, pero también como vocación y como generosa invitación.
No la condena de nacer hombre, sino la gloria de ser creador.
Pido
no la iluminación:
abrir los ojos,
mirar, tocar el mundo
pido ser la quietud del vértigo
la conciencia del tiempo
OCTAVIO PAZ
El destino como algo que no se rompe sino que se repara, como pieza de cerámica japonés y la vida como ese error que nacimos para corregir; eso no me lo enseñó Pascal, sino el amanecer de Rothko.
Viajar por el color y por la sensación. Abstracto es sólo el pensamiento cuando carece de lenguaje, y la pintura cuando carece de traductor.
Briseida Alcalá 