Hay mañanas en las que el cuerpo pide algo más que café:
pide textura, calidez, una pausa que se sienta alimento.
Este café con proteína tiene su propio ritual.
Empieza con lo familiar —la taza, el aroma—
pero termina siendo una versión más suave y completa de ti.
🫶🏼 Ingredientes
- 1 taza de café recién hecho (puede ser espresso o americano)
- 1 scoop de proteína en polvo (vainilla o sin sabor)
- 2 cucharadas de yogurt griego sabor vainilla
- Hielo al gusto (si lo prefieres frío)
- Endulzante opcional (miel, monk fruit o ninguno)
🌿 Preparación
- Prepara el café como más te guste.
Si es caliente, deja que baje un poco la temperatura antes de mezclar la proteína. - Agrega el scoop de proteína y mezcla con batidor o espumador hasta que se disuelva.
- Incorpora el yogurt griego, poco a poco.
Notarás cómo cambia el color, la textura y hasta el aroma:
se vuelve más denso, más cremoso, más tuyo. - Sirve con hielo si lo prefieres frío, o directo en taza si lo quieres tibio.
☕ Mood
Este café no es solo energía: es balance.
La proteína sostiene, el yogurt suaviza y el ritual reconecta.
Una pausa que no busca despertar el cuerpo,
sino habitarlo con calma.
“It’s not just coffee anymore.
It’s balance, energy, and a little self-care in a cup.”
Briseida Alcalá 