Una stout no se bebe: se contempla, se huele y se deja reposar un instante antes del primer sorbo.
Su espuma densa, su cuerpo oscuro y sus notas a café o chocolate merecen un vaso que la deje respirar, que respete su complejidad.
🍺 ¿Por qué importa el vaso?
La cristalería no es solo estética: influye directamente en el aroma, temperatura y textura.
Un vaso adecuado puede realzar los matices tostados y la cremosidad que hacen tan especial a una stout.
🥃 Los mejores tipos de vaso para una stout
1. Snifter (Copa tipo coñac)
Perfecta para stouts imperiales o con alto contenido alcohólico.
Su boca cerrada concentra los aromas, ideal para percibir notas profundas a cacao, café o vainilla.
2. Nonic Pint (Pinta inglesa)
La clásica entre las clásicas.
Resistente, cómoda y con esa pequeña curva cerca del borde que evita que se resbale y mejora la espuma. Ideal para dry stouts como Guinness.
3. Tulip Glass (Copa tulipán)
Favorece la retención de espuma y permite girar suavemente la cerveza para liberar aromas.
Perfecta si buscas una experiencia más elegante o para stout con lúpulo destacado.
🌡️ Tip extra: temperatura y presentación
Sirve tu stout entre 8 °C y 12 °C.
Demasiado fría, y perderás aromas; demasiado caliente, y dominará el alcohol.
Tómate un momento: observa la espuma, nota el contraste de tonos, y deja que el aroma te guíe.
🍫 Combina y disfruta
Una stout bien servida puede acompañar postres de chocolate amargo, quesos maduros o carnes ahumadas.
El vaso correcto hará que cada sorbo sea una pequeña ceremonia.
Una buena cerveza merece un buen vaso.
Y si es una stout, merece toda tu atención. 🖤
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Briseida Alcalá 