En pleno vuelo un pájaro expresa que desea construir un nido: en el pico una hoja, luego una rama, después resinas, plumas ajenas y pajitas.
Extender las alas es marcar territorio al exhibir donaire, esa manera gratuita de la hermosura.
Un ermitaño tiene como destino fundamentar la soledad al habitarla como la felicidad.
Selma Lagerlöf escribe un cuento maravilloso poblado del erotismo de dos aves que deciden que la monogamia todavía merece una oportunidad.
«Los pájaros valían seguramente más que los hombres».
Selma Lagerlöf
