Brenda Lozano explora en su novela la dualidad de la maternidad, biológica y adoptada, en el contexto trágico de México en 1940. A través de un tono crónico y humorístico, la autora conecta con el lector al abordar decisiones familiares y las particularidades de la vida mexicana, reflexionando sobre madurar en tiempos complicados.
