La película Annabelle enfrenta el riesgo de convertirse en una franquicia, pero falla en capturar el miedo genuino. Comienza con una buena introducción, pero la trama se torna aburrida y confusa. Los personajes son insustanciales y la dirección inexperta no logra mantener el interés, convirtiéndola en un mero puente hacia otras entregas.
