Loving

El primer hombre pisaba ya la Luna pero dos personas no podían legalmente amarse por el color de su piel.

Inspirada en hechos reales, la película retrata las dificultades y consecuencias sociales y judiciales enfrentadas durante más de 20 años por Mildred y Richard Loving, cuyo matrimonio era ilegal en el estado de Virginia.

El tratamiento aborda la historia desde la una óptica discreta enfocada en la sencillez de los personajes y lo pacífico de sus existencias. Aquí lo extraordinario no se encuentra en las personalidades, sino en la persistencia, en la entereza requerida para tolerar la intimidación, el ostracismo y al amago sin más apoyo que la convicción por el amor compartido.

En un elenco que en todo momento funciona como ensamble, Ruth Negga construye con sutilezas el personaje más entrañable de toda la película, Joel Edgerton se aleja de los papeles de tipo duro para revelar virilidad y ternura, mientras que Michael Shannon prueba que no existen los roles pequeños para brillar en una participación brevísima pero inolvidable como Grey Villet, fotógrafo comisionado por la revista LIFE, responsable de las conocidas imágenes de la familia.

Lejos de afectaciones y aspavientos, la carga emotiva es llevada por largos silencios y miradas reflexivas, con la música suplantando lo innecesario de diálogos trascendentales, equiparando por veracidad la franqueza, volviéndola  junto con su excelentes actuaciones su mayor mérito.

Así, con su mirada mesurada, Jeff Nichols, su director, logra la ejecución impecable de una auténtica historia de amor. No la dejen ir.