Un naranjo y un patio, una niña abandonada en la casa de una tía.
Una mujer tomando pruebas de inteligencia y respondiendo Cristo.
Un pequeño persiguiendo la lluvia y lo que moja, la figura de un desconocido que surge de la noche y a la noche también regresa.
Otra recordando a la hermana que nunca fue,
al silencio que compartieron, el de la soledad.
Y a la nostalgia como toda posibilidad de compañía.
En grupo otros muestran a la ignorancia que conduce a
la auténtica fealdad, la del abuso
en el que conocen la tristeza aunque trágicamente no la comprenden
la misiva un obstáculo para la comunicación, el sistema un lastre obtuso.
la enfermedad el motivo del dolor y el amor el del alivio.
Un hexágono es la visión que multiplica una vigía diminuta, frágil y vetusta, testigo mudo que en un tejido todo guarda y registra.
El aislamiento marca que no se olvida, con la que se camina.
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El calzado instrumento de tortura, cadena perpetua a sufrir
Ignorancia, devoción: ¿fanatismo?
En primera persona la duda y el cuestionamiento, la observación de la alienación de quien es distinto, ¿o sólo pequeño?
Tiene la noche un árbol el de la infancia.
¿Más inspiración?
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.

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