«di el salto sin ruido del animal feroz».
Una belleza amarga la que se sienta en mis rodillas, una rabia infinita que es rebeldía. Verdugos todos.
Oposición a la gracia.
Un juego, un escape, una rebeldía.
Una vida, dedicada a la poesía.
El pasado una Galia de quemadores de hierba, una fuerza como la de la naturaleza, una necesidad de destruir con una mano y con otra portar el arado.
Manos toscas que toman el fuego y lo propagan.
Manos que pasan y heredan al joven poeta, al Prometeo que ha de transmitirlo para reconocerlo, forjando así su cultura, su modernidad.
«construcción violenta» dice el comentario del libro: construcción precisa, digo yo, preciosa, auténtica, personal, íntima.
savoir vivre la mala traducción de una nación que legó a la humanidad la más hermosa de las palabras: ¡libertad!
El poeta no se encuentra antes de su siglo pues nada lo registra, no hay identidad, sólo generalidad pero no pluralidad.
«llorando la desgracia de que no hubieran podido comprender».
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¿Un cuaderno de condenado? No.
De Iluminado.
«La desgracia fue mi dios».
¿Más inspiración?
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
Briseida Alcalá 