«un artista como soy yo, es decir, aquel en el que la calidad de la obra depende de la intensificación de la personalidad».
Oscar Wilde escribe desde el agujero que separa el trigo de la paja: una cárcel.
Condenado por amar, por ser, por actuar, por decidir.
Escribe una sentida carta no de despedida sino de introducción, a su alma herida, sensible, revolucionaria.
«La violencia de la opinión» es la de quien vive y no deja crear, quien dice creer pero sólo sabe desear.
Amor es el nombre de un tirano cuando no tiene quien gobierne el afecto.
El verdadero amor destruye la literatura decía Anais, pero ella lo pensaba como la posibilidad de existir en una realidad ya no creativa sino total, en un despojarse de máscaras y atavíos, en la vida y el amor como el máximo perfomance:
unión total.
¿Más inspiración?
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
