Saramago cuestiona la visión clásica de Dios, explorando su humanidad y reinterpretando relatos bíblicos.
«el color de tus ojos
es también el color de mi ceguera».
BLANCA VARELA
Dios no es piadoso, pero Saramago así lo desea, y empieza a corregir las versiones que la oficialidad de los Apóstoles recoge.
Es más trágico que muera un hijo a un padre, pero Saramago piensa distinto y empieza a explorar la humanidad del mito.
¿Una pintura? ¿Un cuadro?
Una imagen.
Primitivo o primigenio.
La historia mil veces contada es siempre la ignorada.
¿Un Dios muere? Una humanidad nace.
Todos salvos
no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla.
JEAN-PAUL SARTRE
―
Ninguno Santo.
«sólo el silencio es cierto».
Porque la palabra es de quien la pronuncia cuando Dios es verbo.
El Evangelio es la buena nueva, el anuncio de que Dios ha vuelto a estar con nosotros.
«Y Dios, cómo era Dios cuando lo viste, Una nube».
La visión de Dios es la Aparición, ese momento de conexión con lo divino en que nos escuchamos por primera vez claramente pensar.

Saramago piensa en San Sebastian cuando Mira a Dios, en un mártir que las flechas atraviesan, pero se centra en su hermosura.
Corpus Christi
Le atraviesa una rama porque su origen es un árbol, pero no es el de la vida, es el del conocimiento.
¿Es «icono» o «ícono»?
La representación o el retrato.
Pintura medieval o renacentista.
El Flechador del Sol.
Lluvia Mortal. Una batalla contra el cuerpo que siempre ganará el Espíritu.

sem palavras
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
