Observar es el punto de partida que lleva a actuar.
Un prólogo de Graham Greene abre el libro con una interesante afirmación:
Patricia Highsmith escribe y así crea
«un mundo claustrofóbico e irracional»
GRAHAM GREENE
La espera configura el mundo, y lo trastoca en la forma de una misiva sin respuesta en «Los pájaros a punto de emprender el vuelo».
Lo pequeño tiene todo el potencial de lo grande, pues es una larva de lo humano.
Así es Víctor el protagonista de «La tortuga de Agua Dulce», la referencia que Niko hace en Perfect Days y que me llevó a este libro y su lectura.
Los caracoles crecen y vuelven en «En busca de tal o cual Claverigngi», transformando el cuidado en ambición,
el animal en instrumento de una posible y por tanto absurda grandeza.
Gritos de amor muestra como las rencillas fraternales trascienden el tiempo y como el afecto vincula en un toma y daca sempiterno.
Mientras que la pajarera vacía recuerda el nulo control que tenemos cuando estamos en el terreno del animal.
Agua dulce
El estilo de la autora es claro,
hay paciencia, hay conocimiento, hay intención.
«Únicamente en el jardín se sentía seguro, como si allí pudiera entender algo de la vida o de su propia existencia».
La redacción impecable, el ritmo preciso: un tejido de palabras para algo más que el misterio y también el terror, para hablar de la vida:
Observar es el punto de partida que lleva a actuar.
«la tarde era como un río perezoso que ha perdido su corriente o que fluye lo mismo hacia abajo que hacia arriba».
Me gustó.
¿Más inspiración?
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Once: Relatos by Patricia Highsmith
My rating: 4 of 5 stars
Niko está leyendo este libro en Perfect Days así que decidí leerlo.
De Patricia Highsmith sólo había leído Carol o The Price of Salt que me gusta mucho y que es el único retrato literario que he encontrado sobre lo que siento cuando digo el nombre de mi amada.
En este con nombre numérico hay los ya anunciados 11 relatos conformados por espacios que no son cotidianos pero sí cercanos. Hay coleccionismo absurdo, curiosidad, rencor y rencilla, necesidades no resueltas, exigencias profesionales y llegadas inesperadas.
El observador de caracoles abre el libro y en algunas ediciones también lo nombra con una obsesión particular por algo que no se explica y tampoco se registra. Con un final bíblico pues Dios es el autor del Mundo y la escritora la autora del libro.
Pienso que muy contrariamente, la autora diseña mundos espejo, donde la curiosidad es el deseo que nos impulsa a decidir.
El misterio es saber hasta dónde se llegará o si quizá nada se hará. Me gustó.
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
Briseida Alcalá 