El primer paso hacia la existencia, el verdadero punctum saliens de la vida, es, en realidad, el instante o momento en que nuestros padres empiezan a amarse.
ARTHUR SCHOPENHAUER
Imaginar ser otra persona. Eso es actuar.
Elisabeth (Natalie Portman) llega al hogar de ensueño de la pesadilla: el que construyeron «Gracie» (Julianne Moore) y Joe (Charles Melton) con una brecha de diferencia de 17 años.
La idea de la persona es griega: la máscara posada sobre el ser.
Tweet
Una película dentro de una película, Todd Haynes la presenta una doble caja como de resonancia y la linterna mágica que ya no es el truco de carpa sino la biografía de Bergman, el profundo conocimiento del cine como el arte de la mujer y la conciencia.
La capacidad de ser quien quieras ser.
¿Inventarse o descubrirse?
Crearse.
Elisabeth es la mosca en la pared que observa pero también interviene.
Ver lo que hiciste porque querías y preguntarte por qué ya no lo quieres más.
La actuación recae siempre en la mirada. El minúsculo movimiento ocular de Julianne Moore muestra toda su capacidad, mientras su seseo es el único recordatorio de su humanidad.
Sobre el negro la palabra.
Una pantalla dividida:
Mensajes
“If we’re really as in love as we say we are, if we have that rare… Shouldn’t I’d be able to talk this with you?”
El tono desteñido de la fotografía es el paso del tiempo que enturbia y de ese modo revela el recuerdo.
Christopher Blauvelt intensifica el grano para saturar la imagen no de irrealidad sino de técnica.
Planos abiertos en la hermosura del paisaje de Georgia, todo luz opaca pero no confuso.
Planos medios en los interiores para acercar una intimidad que es siempre negada.
Lo que exploramos al sentir no es nuestra humanidad sino nuestra bestialidad.
¿Culpa en el amor? ¿Por qué?
«This is just what grown ups do.» #MayDecember
Tweet
↓

Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.
