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Cuarentañera

Mi top 3 de hallazgos recientes en cuidado corporal y facial (+40 y con ganas de cuidarme bien)

Cumplir 40 no me volvió una experta en skincare… pero sí me dio algo mejor: la certeza de que cuidarme no es un lujo, es una forma de habitarme con más ternura.

Si algo he aprendido a mis 40 es que el cuidado personal no tiene que ser complicado, caro ni lleno de pasos que no entendemos. Solo necesita ser real, efectivo y amable con nuestra vida diaria.

Después de probar varios productos que prometían mucho y no daban nada, encontré tres que sí se ganaron su lugar. Aquí te los comparto:

🧴 1. Vaseline Bálsamo Corporal en Barra

Pequeño, limpio y milagroso.
Lo llevo en mi gym bag y me ha salvado de talones ásperos, codos secos y rodillas resecas. No deja sensación grasosa y se aplica directo sobre la piel. Ideal para quienes sudamos, corremos y no queremos andar cargando botellas de crema.

📌 [Aquí puedes leer mi reseña completa  →] https://briseidaalcala.com/2025/08/31/cuidado-corporal-para-mujeres-de-40-que-no-estamos-acabadas-aunque-lo-digan/


💧 2. Effaclar Gel Purificante de La Roche-Posay

Este fue mi primer paso serio en el skincare facial, y fue un acierto.
Limpia profundamente sin dejar la piel seca ni tensa. Me controla el brillo sin matarme el glow. Si tienes piel grasa o mixta y te estás animando a cuidar tu rostro, este gel te abraza, no te asusta.

📌 Lo encuentras disponible en Amazon.


✨ 3. Un protector solar que puedas pagar (y usar todos los días sin culpa)

Aquí no te voy a decir que compres el más caro ni el que todo influencer recomienda. Porque seamos honestas: muchas veces, como mujeres, cargamos con la presión de vernos bien, cuidarnos, estar en mil cosas… y encima gastar una fortuna para «no envejecer mal».

Pero la realidad es que cuidar tu piel del sol no debería ser un lujo, sino un acto de amor propio, accesible.

Yo uso un protector solar que puedo pagar. Punto.
No tiene empaque dorado ni ingredientes de moda, pero me lo pongo diario y me protege, que es lo importante.

Porque vale más un protector solar común y constante, que uno carísimo que usas una vez al mes por miedo a que se acabe.

Este es mi recordatorio (y el tuyo): proteger tu piel no es vanidad, es cuidado. Y sí, mereces hacerlo sin culpa, sin deuda y sin dejar de lado otras prioridades.


💬 ¿Tú también estás empezando a cuidarte con intención después de los 35 o los 40?

No estás sola. Aquí no hay reglas estrictas, sólo descubrimientos reales que queremos compartir.

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