Hay días en los que no quiero ponerme nada encima.
Ni base, ni color, ni filtro.
Solo quiero que algo me cuide.
Y ahí estaba: una cápsula pequeña con nombre de abeja y promesa de suavidad.
Vaseline® Lip Therapy — Queen Bee.
Pequeño, dorado, sin aspavientos. Como deben ser las cosas buenas.
Tiene esa textura que no brilla como gloss ni mancha como labial.
Solo hidrata, nutre, acompaña.
Como una amiga que no necesita hablar para hacerte bien.
Me lo puse sin pensar mucho y sentí lo mismo que siento cuando me hago té solo para mí:
un gesto mínimo, pero lleno de intención.
Una manera de decirme: estás aquí, y te estás cuidando.
Sin maquillaje. Sin espectáculo.
Me gustó tanto que vine a escribirlo, no como reseña sino como recuerdo.
Porque hay productos que una compra sin buscar, y termina guardando en el corazón (o en todos los bolsos).
No quiero parecer más joven.
Quiero sentirme bien.
Y esta abeja reina, sin color, me dejó los labios suaves como si me hubieran dicho algo bonito.
Producto: Vaseline® Lip Therapy – Queen Bee

Lo encontré sin buscar. Me lo quedé porque me hizo bien.
#BriseidaSays… y tus labios lo saben. 🐝💄📓
