Hay canciones que te llevan de la mano.
Y hay canciones que te jalan del brazo, como para decirte:
despierta. esto no es suficiente. podrías tener algo mejor.
Franz Ferdinand lanzó We Could Have It So Much Better en un momento en que el pop-rock aún se permitía ser bailable y furioso a la vez.
Una era en la que ir bien vestido no significaba estar domado.
Una época en que la estética del descontento sonaba a guitarras sucias, acentos escoceses y pasos rápidos en la pista.
Hoy, en su aniversario, la canción no ha perdido filo.
Sigue siendo un golpe de batería directo al pecho.
Una frase coreada en bares oscuros.
Un eco de todas esas veces en que nos dijimos: esto no es suficiente.
Y no por ambición, sino por claridad.
Escucharla hoy es recordarme que merezco más que la comodidad.
Que hay promesas que siguen latiendo debajo del ruido.
Que bailar con rabia también es una forma de esperanza.
Y sí.
We could have it so much better.
Y a veces, lo tenemos —aunque sea por tres minutos con treinta.
