Categorías
Cuarentañera

Bitácora sensorial | Extraordinary Machine a 20 años

5 de octubre de 2025
Briseida escucha con el cuerpo entero

No tengo recuerdos exactos de haber escuchado Extraordinary Machine por primera vez. Lo que tengo es la sensación de haberlo absorbido por la piel, como una fruta que se abre sola y me deja el jugo en la comisura de la boca. Fiona Apple no es una artista que se escuche: es una que se habita.

Esta mañana, sin planearlo, puse el disco mientras preparaba café. Y fue como si mi cuerpo supiera el orden de cada canción antes que yo. Cada timbre, cada pausa, cada quiebre de voz, volvió como si nunca se hubiera ido. Me encontré balanceándome con “Get Him Back”, sonriendo de lado como si aún tuviera veintitantos y todas las ganas de venganza estilizada. Pero esta vez, con menos rabia y más ternura hacia quien fui.

🌀 O sea: aún quiero que me devuelvas lo que me rompiste. Pero ya no para quedármelo. Para compostarlo.

Con “O’ Sailor”, me vi caminando por la ciudad sin rumbo, hace años, escribiendo cartas que nunca envié. Fiona canta como quien se está deshaciendo, pero no del todo. Y eso me tocó especialmente hoy, que tengo otras cicatrices, otro peso, pero sigo queriendo que algo me arrulle. Que me diga: sí, fuiste estúpida, pero también brillante, también constante, también capaz de seguir a pesar de todo.

Y claro, está “Better Version of Me”. Qué trampa. Esa canción me recuerda que he querido ser una versión más mansa, más fácil de querer, más ligera para los demás. Pero nunca funcionó. Porque siempre termino siendo esta: desbordada, ácida, dulce cuando puedo, extraordinaria en mis ruinas.

🍎 Como una manzana que nadie pidió, pero igual mordieron.

Hoy, a 20 años, escucho Extraordinary Machine como se escucha una amiga que siempre fue más sabia que yo. Que me dejó una guía cifrada, un diario entre cuerdas, y ahora puedo por fin leerlo sin miedo.

Afuera, llovía. Adentro, hervía la tetera. En mi libreta escribí:

“Soy una máquina extraordinaria, sí. Pero también me oxido, también me canso. Y aun así, sigo afinando mis engranes.”

Feliz aniversario, Fiona. Gracias por enseñarme que ser compleja no es un defecto. Es una forma de respirar en voz alta.

Deja un comentario