Me gusta cómo suena al destaparlo.
Ese pop suave que anuncia un pequeño descanso.
No es café de autor ni mezcla precisa,
pero tiene algo de ternura doméstica,
como si el día me dijera: tómate un respiro, Ofelia.
Y yo, obediente, bebo.
Sabe a rutina, a placer sin prisa,
a ese lujo de sentir que todo está bien,
aunque sea sólo por unos sorbos. ☕️✨
