Cumplir 40 no me volvió una experta en skincare… pero sí me dio algo mejor: la certeza de que cuidarme no es un lujo, es una forma de habitarme con más ternura.
Cumplir 40 no me volvió una experta en skincare… pero sí me dio algo mejor: la certeza de que cuidarme no es un lujo, es una forma de habitarme con más ternura.