Briseida Alcalá
Chimamanda Ngozi Adichie, en «Querida Ijeawele», ofrece una carta a una amiga que se convierte en madre, proponiendo 15 sugerencias para educar en el feminismo. El texto aborda la desigualdad y la importancia de educar a las nuevas generaciones sobre cómo la equidad elimina el resentimiento; se convierte así en una herramienta para alcanzar la plenitud desde un lugar de amor, el de ser mujer.
A mí no me gusta juzgar ni atacar, pero sí preguntar.
El dolor no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Inglaterra, esa isla en la que toda literatura parece provenir de la figura de un huérfano es el escenario para el drama de Jane Eyre, niña presa de los abusos de la familia que la acoge, señalando siempre su lugar último en el escalafón social: la que no tiene padres. [árbol sin raíz] La reacción […]
todo feminismo es radical.
Lo respetable se confunde con lo deseable cuando la convención se confunde con la obligación.
El patetismo muestra lo formidable que puede ser a través de la feminidad.
Un libro valiente y necesario que recoge y recorre el pasado que el dolor y la injusticia vuelven siempre presente.
Atwood considera una obligación social el explicar su proceso creativo y generosamente lo comparte en este libro.
Somos, fuimos y seguiremos siendo las que estuvieron antes de nosotras.
Briseida Alcalá 