La película presenta un plano secuencia de 80 minutos, destacando un reto técnico sin cortes funcionales. Tras un asesinato, se exploran las dinámicas entre los jóvenes asesinos, Brandon y Phillip. Con diálogos agudos y dirección precisa, Hitchcock combina suspenso, drama y comedia, utilizando sonido y coreografía para enriquecer la narrativa.
