BlacKkKlansman

Spike Lee logra una poderosa exploración del racismo, el cáncer que sigue consumiendo a la autoproclamada tierra de los libres en BlacKkKlansman.

Basada en un hecho real, la trama está basada en la hazaña de Ron Stallworth, un policía nero que logró infiltrarse en la Organización, eufemismo de la infame secta segregacionista llamada Ku Kux Klan. 

El guión sigue algunas de las convenciones del género y las sortea gracias al carisma de sus protagonistas. John David Washington es toda una revelación como un ciudadano modelo, convencido de la capacidad del individuo de lograr un cambio sustancial en el status quo “desde adentro”, como el primer agente de policía de la ciudad; su romance con Patrice explora la cara opuesta de esa misma cruzada, la resistencia.

La gravedad del asunto no impide que el guión integre momentos de comedia y logre con las sinuosidades del ritmo mantener la atención del espectador hacia una tercera parte que termina por hilar la narrativa con la contraposición en el montaje de intolerancia y empoderamiento; la teatralidad del klan vs la reapropiación de la historia por parte de un narrador negro; dejando espacio también para un análisis de las consecuencias discursivas de El nacimiento de una nación de D. W. Griffith.

Las emociones experimentadas incluirán también pesar y tribulación con la osada decisión del director de extraernos de la ficción para afirmar los lazos de la narrativa con la realidad. Ésta sigue siendo una batalla largamente peleada y una tristemente prolongada y pérdida. No la dejen ir.