Spike Lee demuestra como el pasado es sólo otra manera de nombrar el presente en Da 5 Bloods, su más reciente filme.
Con el formato de búsqueda de tesoro, el director confecciona este lúcido y sensible reclamo histórico que mezcla acertadamente metraje de archivo para recuperar la omisión de la participación negra en el conflicto bélico más desastroso de Estados Unidos, la guerra de Vietnam. Lo hace a través de una camarilla que regresa al país asiático para recuperar los restos de uno de sus miembros, a los que se une David, el hijo de uno de ellos.
Una decisión de estilo fundamental es mostrarlos envejecidos en los flashback de las batallas, significando así su status atascado en el trauma que no convierte las heridas jamás en cicatriz, mientras Stormin’ Norman, su compañero caído en batalla, permanece joven, simbolizando las deudas que los años no pagan ni ajustan.
Facto y ficción se traen a cuentas cuando Lee remarca con numerosas referencias cómo la omisión es parte de la negación. Aludiendo al inmenso olvido de todo el cine bélico, desde los clásicos como Apocalypse Now hasta las taquilleras sagas del cine de acción.
La historia se alarga para abarcar la polisemia del otro explotador, con los franceses representados con dos personajes encontrados representando el ímpetu colonialista y las acciones civiles de sanación.
La música es por supuesto impecable y la violencia bien dosificada cimbra al espectador en todo su horror con el otro costo del conflicto. Las víctimas que la guerra sigue cobrando en el país asiático personificadas en las mutilaciones y muertos sufridos sobre todo por niños.
El filme termina por hilarse en ajuste de cuentas con una nación que todo les debe y nada les paga: buscando no la revancha sino la reparación. Si les interesa está disponible en la plataforma streaming de Netflix. No la dejen ir.