Afirmación de identidad y declaración de principios, I, Daniel Blake rescata el valor del individuo en una sociedad empeñada en neutralizarlo hasta desdibujarlo.
Dan, el protagonista, es un sexagenario carpintero, quien luego de sufrir un ataque al corazón sigue sin estar en condiciones de regresar al trabajo, pero como resultado de una evaluación gubernamental incompetente es rechazado para recibir la pensión por incapacidad temporal. Dan apelará la decisión, mientras intenta por todos los medios conservar su dignidad ante un círculo burocrático digno del Inferno.
Un guión genuino y actuaciones francas construyen una historia inspiradora y creíble con la que Ken Loach evidencia cómo la legalidad pierde su legitimidad al operar cómo un ente no sólo alejado de toda noción de realidad social sino de sensibilidad ante las anomalías y singularidades que constituyen gran parte de la vida, contraponiendo al lastimero absurdo la dignidad humana y la potestad que detenta un hombre cuando se apropia de una auténtica ciudadanía. No la dejen ir.
Briseida Alcalá 