Aquejado por la soledad y la incomprensión, Rousseau se retira a pasar sus últimos años en contemplación y recogimiento para sanar y rumiar sus heridas.
Con 65 años cumplidos, la libertad es un tema de importancia capital, no ya la del joven que aspira a emanciparse de tiranía y tradición, sino la del anciano que busca el deleite del sosiego para convertirse en soberano de si mismo.
Considerado por su autor como retorno y continuación de ese magno libro, Las Confesiones, el filósofo explora la espontaneidad del pensamiento al relatar el recorrido mental de diez de sus paseos.
Las nombra ensoñaciones por la levedad que distingue el estado en el que la mente flota libre, y que descubre contraseña para el goce de un estado de calma permanente, conseguido en el conocimiento y apropiación del presente; persistiendo en la virtud como único recurso contra la perfidia.
Desde ese territorio inaccesible se defiende de acusadores y perseguidores, para reclamarse unido a la sencillez y fugacidad de la dicha, llevando el albedrío a sus últimas consecuencias. La intimidad es el territorio en el que deambula sin rumbo fijo para encontrar su independencia, dejarse seducir por la más delicada flor, encontrar otros encantos, otros placeres y
esa gema tan valiosa como elusiva, la armonía.
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Briseida Alcalá
Detrás de mí están mis libros, detrás de mis libros estoy YO.
Busco siempre la aventura del color, el aroma y el sabor.

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