mother!

Darren Aronofsky ofrece en mother! un relato de amor, origen y destrucción tan inquietante y trastornado como el tiempo que vivimos.

Delirante, el guión sigue el gradual despabilarse de una joven mujer a la intrusión caótica del temperamento creativo de su marido, quien, sin razón aparente da gustoso y espléndido la bienvenida a un forastero, con todo y bagaje incluido.

La cámara en mano logra una atmósfera de vahído que acentúa el tono de thriller de la primera parte. Close up desmesurados aprovechan la faz de los interpretes como lienzos donde se pintan emociones encontradas, en un rango que abarca la confusión, el agobio, el éxtasis, el dolor, la codicia, el anhelo y el cuestionamiento.

Más contenida que nunca, Jennifer Lawrence está brindada en una actuación asentada en la pronunciación sumisa de quien incondicionalmente ama, su opuesto es una Michelle Pfeiffergloriosa, quien a sus casi 60 no ve disminuida su belleza y sí aumentada su presencia hechicera.

Tildada de controversial, la película es un atrayente ejercicio visceral y si consideran verla convendrá más entregarse a su extrañeza que cuestionarla. Justo como sucede con esa espiral caótica de creación/destrucción que nombramos vida. No la dejen ir.