Categorías
Escribo Existo

Suspensión

El dolor no es una montaña cuya cumbre se conquista, sino un mar en cuyas aguas se navega.

A veces su corriente crece y te saca a flote, se funde contigo para inundar tu cuerpo con deliciosas sensaciones, otras la crecida te arrastra con brío para hundirte, demostrándote lo frágil que eres. Algunas más te hunde sin piedad, privándote de aire y de luz, dejándote solo con la asfixia de la soledad.

A veces el mar está picado, y ola tras ola te azota. Es imposible ver, moverse, respirar.

Eventualmente se calma, pero te ha arrastrado con tanto ímpetu por tanto tiempo que para sobrevivir no puedes más que flotar.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s