I. Lee.

II. Escribe sobre lo que lees.

III. Establece tu ritual.

Encuentra y elige los elementos que convierten escribir en un ritual para ti. Los míos son el café, el ventilador, los libros físicos y/o electrónicos, los artefactos mecánicos de la escritura, como las libretas, las plumas, los post-it, la computadora; la luz, la postura cómoda, y la distracción que me ofrecen estímulos como los videos o twitter.

IV. Captura el momento: Lo importante al escribir es capturar la emoción del momento, cómo sea: una foto, un apunte, un tuit.

V. Se paciente, masca un chicle, levántete o siéntate, toma un trago de café; piensa en una palabra que te guste, en una sensación, un momento, una persona, escribe sobre eso.

VI. Escribe cómo hablas o piensas; sin detenerte, después corriges, borras, cambias, buscas sinónimos. Don’t lose momentum.

VII. No le pongas límites a lo que escribes, es como ponérselos a tu vida.

VIII. No dejes que nadie dicte, cuánto, cuándo, cómo ni sobre qué vas escribir.

IX. Apaga el celular.

X. Intercala actividades físicas o insignificantes entre cada episodio escritor.

XI. Valora lo que escribes. Cada palabra escrita vale y cuenta, porque sólo tú sabes todo lo que te costó.

XII. Cuando no puedas escribir, lee, cuando no puedas ninguna, vive.

XIII. Ríe. No es por ofrecer la otra mejilla o tu mejor cara a la vida, es reconocer que no eres infalible y por eso divertirte.

XIV. Escribe sólo cuando estés lista para hacerlo. Toma bastante tiempo y práctica pero aprenderás a reconocer el momento, cuando llegue no lo abandones por nada.

XV. Deja que lo escrito se vaya a donde quiera irse, porque es ahí a dónde quiere llevarte.

escribe siempre. Nada más importa.

Briseida Alcalá

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Consejos de escritura II