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Bitácora cerveza Cuarentañera

Food Diary: Día 1

Hay días que nacen con un verso y se sostienen con una comida.
Después de leer a Alfonsina —“Pero duermo y no duermo, porque siento”—,
quise que el plato del mediodía tuviera algo de eso: fuego que no quema, calma que se come con las manos.

🥣 Ingredientes (para 1 porción)

  • 1 taza de arroz blanco cocido (mejor si está tibio)
  • 100 g de salmón fresco o sellado
  • ½ aguacate maduro, en rebanadas
  • 1 cdita de semillas de sésamo negro
  • 1 cdita de salsa de soya
  • ½ cdita de siracha (o al gusto)
  • Un toque de aceite de ajonjolí (opcional)
  • Sal marina al gusto
  • Cerveza mexicana bien fría, para acompañar

✨ Preparación

  1. Prepara el escenario.
    Tazón blanco, limpio, luminoso. La comida entra primero por los ojos y el alma.
  2. Sirve el arroz tibio, base del equilibrio.
    Sobre él, acomoda el salmón en láminas o cubos —puede ser fresco, sellado o ligeramente ahumado.
  3. Agrega el aguacate, su suavidad verde que calma el fuego.
    Espolvorea el sésamo negro, deja caer la soya en hilos lentos,
    y el toque rojo de siracha como firma final.
  4. Marida con cerveza mexicana.
    La espuma dorada funciona como descanso entre bocados,
    recordando que el placer también puede ser ritmo.

💧 Pausa rosa

Entre plato y tarde, bebe un vaso de agua de sandía:
sandía licuada con agua fría, una pizca de sal y hielo.
Sabe a infancia, a tregua, a la parte del poema donde Alfonsina flota sin hundirse.

🌙 Cierre del día

Bajo la luz tenue, el vaso se derrite lento.
La jornada termina como empezó: sintiendo.
Escorpio respira en lo que se come y en lo que se calla.

🕯️ Nota final: Alfonsina

Alfonsina Storni escribió el insomnio como quien se mira desde el agua.
Su palabra tiembla entre la vida y el sueño,
entre la orilla y lo profundo.

Este diario empieza con ella:
porque cada sorbo, cada plato, cada pausa que sostiene el día,
es también una forma de sentir sin hundirse.

«Pero duermo y no duermo, porque siento.»

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