En una expedición hacia El Dorado, los viajeros enfrentan la locura y la obsesión de Aguirre, cuyo dominio es inquebrantable. Werner Herzog retrata la conquista de forma cruda, con Klaus Kinski destacando como Aguirre. La cámara en mano, sonidos de la selva y el estilo casi documental añaden veracidad a esta historia de ambición y locura.
