La batalla más antigua es la que enfrenta a los hermanos.
La batalla más antigua es la que enfrenta a los hermanos.
Quevedo no escribe solo desde el juicio, sino desde la carne dolida del mundo. En Los sueños, viaja por el infierno y la muerte para mostrarnos cuán vivos están los vicios. Esta entrada revisita sus visiones barrocas desde el lenguaje, la ironía y el desengaño.