Fruto es el canto y semilla el dolor; la poesía de Emily Dickinson dialoga con la naturaleza y también la expresa para revelar la grácil belleza con la que se erige la eternidad.
Fruto es el canto y semilla el dolor; la poesía de Emily Dickinson dialoga con la naturaleza y también la expresa para revelar la grácil belleza con la que se erige la eternidad.