Desde la duda, Julio Ramón Ribeyro rumia la existencia para plasmar una visión donde abunda el ingenio, el humor y una sabiduría mortecina en Prosas apátridas.
Tan cerca de la literatura como de la filosofía y de Lima como de París, su vida se ofrece una vía que se ensancha y reduce con el paso implacable de los años. Observador extraordinario, el autor penetra la sustancia que disfrazan las apariencias, las modas y jerarquías, máscaras que cubren hasta sofocar y extinguir al individuo.
Con la claridad de la prosa y la fuerza de la poesía, se conforman 150 textos sin patria reconocida, que forman un entretejido de realidad con los fenómenos que distinguen y explican la existencia y su persistencia.
A medio camino entre el literato y el filósofo, Ribeyro adelanta la iluminación con la sospecha de certidumbres desde hace tantos años inasibles ,que se buscan mejor entre las sombras y a tientas. Más allá de las apariencias sólo la desilusión, el desencanto de objetos que no resisten la prueba del tiempo, pero algo más, la verdad.
El destino de muerte y olvido que implica siempre un nacimiento le impone el rescate del instante perfecto que es ese, donde su mira límpida se posa para penetrar los hechos, las personas, los objetos, para revelarlos como realmente son, fueron, serán. No lo dejen ir.
Briseida Alcalá 