«La vida es una tragedia para los que sienten, y una comedia para los que piensan«
– Jean de La Bruyere
Joker narra la historia de origen del nemesis de Batman desde un punto de vista que humaniza al personaje comenzando con dotarlo de nombre. Arthur Fleck es un payaso miserable al que aquejan los trastornos mentales y una biografía de soledad y abuso.
El guión de Todd Phillips, dibuja al personaje alejado de los historietas, en una búsqueda personal que lo materializa desde la comprensión que conduce a la empatía, con situaciones que develan el aislamiento al que lo condena la enfermedad, la ignorancia y la pobreza.
En la piel de Joaquin Phoenix el personaje cobra complejidades inéditas que expresan una voz apagada y una risa caústica que no divierte, incómoda y que completa el baile que honra el dios oscuro que habita en su interior. Patético y apocado, su locura no encuentra más que represión o negligencia, convirtiéndose en puerta abierta que desborda el sufrimiento, apropiando la vileza ajena en la catarsis espléndida de la violencia, rompiendo el letargo en un oscuro despertar. Mejor reír que llorar. No la dejen ir.