
5 relatos como obsesión y estudio por la muerte, el doble, el espejo y el tiempo en Autobiografía de Irene.
Silvina Ocampo ofrece una zambullida a la interioridad de una mente lúcida que es erudita y por eso imaginativa. Desde una fuerte voz narrativa se trazan relatos que surgen desde una preocupación que no es otro que la persona, en su acepción clásica de máscara, el velo que oculta la tragedia de ser humano.
La multiculturalidad de los escenarios manifiesta una autora cosmopolita que sabe moverse entre personajes chinos, romanos y gauchos, para gestar en ellos una dedicatoria a su propia muerte, al punto final de una vida que se dignifica cuando se imagina.
Anécdotas disímiles y fabulosas se originan desde la fragmentación, historias que no ofrecen final y por tanto tampoco comienzo le permiten explorar la continuidad atroz del tiempo. Nunca realmente se avanza, sólo se dan elegantes rodeos para constatar, que el círculo es la forma en que se expresa la eternidad, y que nosotros con el albedrío torcemos, para originar la espiral. No lo dejen ir.