
Nunca antes publicada, la correspondencia del joven Rimbaud es reunida en Poesía al raso de Editorial Al Revés, aspirando poner en los ojos y el alma del lector el sentido original de sus primeros poemas.
Su valor inédito es innegable, pues complementa el resto de la obra, evitando además los sesgos propios de editores, traductores y recopiladores, ofreciendo en su lugar, la obra como fue concebida originalmente.
Las cartas nos acercan a su intimidad, a esa búsqueda frenética de la vocación poética. A un conocimiento y ejercicio de los clásicos, pero también a la innovación, el reclamo por nuevas formas y nuevas voces con la rebeldía innata del reformador.
El paso del tiempo es notorio, los primeros versos lo revelan dulce y afectuoso, de a poco se cuelan las inquietudes sociales y las experiencias, vertidos en el espléndido “El Herrero”, inspirado en la Comuna de París.
Receloso de la comodidad y el aburguesamiento, Rimbaud ejerce sin miramientos juicios pero también autocrítica. Algunas de sus reflexiones filosóficas son invaluables, como su aseveración del pensamiento como algo impuesto y no genuino.
Osado y franco, criba a los farsantes y los mediocres de la poesía, de esa inclinación de vidente a la que consagrará obra y vida. No lo dejen ir.