
Prófugo de la muerte, un tenorio empedernido regresa a la vida por una sola noche y con un único objetivo: deleitarse en la contemplación de los más bellos ejemplares del sexo femenino.
Relata en vida llamarse Juan Octavio, Duque de Parisis, un aristócrata que conjugó las virtudes y capacidades de Alcibíades, Lauzun, Richelieu y Brummel y cuyas notorias hazañas inspiraron la novela de Arsène Houssaye: Las grandes damas.
El autor del cuento es también su guía en esta singular aventura, ambos se internan en una noche refulgente no de estrellas sino de hermosuras. En creciente arrobamiento recorren el baile de Chapultepec para admirar los distintos encantos que parecen materializar los modelos del panteón clásico.
Al embeleso le seguirá la revelación, cuando instantes antes de sumergirse de nuevo en el olvido Octavio calcule los efectos de su insaciable apetito, confesando la ironía de haber poseído tantas mujeres y no haberse entregado a ninguna. Recomendado.
Si les interesa, pueden leerlo en línea aquí o encontrarlo recopilado en La novela del tranvía y otros cuentos del FCE.