Humillados y ofendidos despliega la joven voz de un titán en ciernes en su desde entonces característica inspección del comportamiento humano con la correspondiente candidez y frescura de toda obra temprana.
Iván Petróvich, un joven escritor, claro álter ego de Dostoyevski, narra las desgracias correspondientes a dos jóvenes virtuosas, para quien el descubrimiento del amor es también el de la caja de Pandora.
Una ama sin reservas a un canalla, la otra a un inconsciente. Ambas están condenadas a purgar ese romance parcial y tornadizo con la desgracia que acarrean como señaladas culpables de la deshonra y ruina de sus familias.
Estructurada en 4 capítulos y un epílogo, la novela exhibe una prosa elemental y fluida que facilita el placer de la lectura, añadiendo entre sus capas un desarrollo extraordinario de entrañables personajes como ejes para explorar las exorbitantes repercusiones en existencias cuya única afrenta es la entrega incondicional a una mala pasión, al tiempo que advierte la vulnerabilidad femenina en la estructura social impenetrable de la Rusia zarista.
Recursos estilísticos como una discontinuidad en la línea temporal permiten añadir interés a la estructura de la historia, manteniendo en todo momento la atención del lector.
Siempre innovador, Dostoyevski explora y expone su tesis de un orgullo extraído de la vejación, que permite a aquellos que han sido agraviados alzarse ante sus agresores. No la dejen ir.
Briseida Alcalá 