Annie Hall es una de las mejores y más logradas comedias de Woody Allen. En ella el director despliega las conocidas características de sus famosos filmes y desarrolla uno de sus más inolvidables personajes.
La historia se basa en el romance entre Alvy (Allen), un neurótico comediante neoyorquino y Annie (Diane Keaton), una despreocupada nativa del medio oeste. Obedeciendo la ley de los opuestos que se atraen, inician una relación con altas y bajas cuyo adiós analizaremos a través de Alvy.
El guión es inteligente y ocurrente con excelentes diálogos y comedia de situación que sabe tratar además de los problemas de cada relación, el psicoanálisis, los conflictos raciales y hasta la maquinaria hollywoodense, incluída la antigua rivalidad entre Los Ángeles y Nueva York. El trabajo actoral es impecable, Diane Keaton nunca lució mejor, su innegable carisma irradia y la encamina en el brillante trayecto que sigue recorriendo; Woody Allen tiene el tino de interpretarse a si mismo con el correctísimo acento de los grandes cómicos, para entregar en el momento justo cada una de sus líneas.
Considerado por muchos la mejor comedia romántica, la cinta se separa de éstas con una excelente cinematografía, utilizando recursos atípicos como una linealidad discontinua, el cruce constante de la cuarta pared y hasta una secuencia animada entre Alvy y la bruja de Blanca Nieves.
Un raro caso de éxito entre crítica y pública, recibió 4 de los cinco Óscares considerados como principales: mejor película, mejor director, mejor guión original y mejor actriz principal. No la dejen ir.