Emmanuel Carrère aborda desde la duda el cisma teológico de la vida moderna, el cristianismo y lo hace con un ensayo fascinante, entretenido, iluminado, divertido en El reino.
Se trata sobre todo de un estudio minucioso del yo a través de las figuras históricas dentro de esta conjunción con las cuales se identifica, de este modo el autor se inserta dentro de la narración, con su súbita conversión, su escepticismo recalcitrante y las subsecuentes crisis de fé.
El tratamiento engancha al abordar sin abandonar el misticismo desde la humanidad, la debilidad, la vertiente indispensable para completar la espiritualidad.
El tema, tratado hasta la saciedad se revela imbuido en cada una de las vidas de quienes nacimos en el mal llamado mundo occidental y que nos atañe de todas las maneras posibles, nos afecta en la infancia, nos forja en la adolescencia, nos retoma en la edad adulta y nos remata en la vejez.
Se trata de una lectura franca e informada de un texto considerado caduco, que provee de génesis a través de un éxodo fascinante, en el que se encuentra y se extravía la redención. De una investigación histórica concienzuda que no desdeña las lagunas para insertar interpretación que es equivalente a imaginación, conmoviendo e interesando hasta al más escéptico. No lo dejen ir.
Briseida Alcalá 